Me gustaría explicaros, cuando hablo de pediatría avanzada a que me refiero, no pretendo ser pretencioso, ni entiendo la pediatría diferente a la de mis compañeros de profesión que admiro y respeto muchísimo, pero sí que pienso que en algunas cosas puedo ser diferente.
En primer lugar, defiendo y pienso que el uso del ecógrafo (nadie concibe una visita con un ginecólogo sin un ecógrafo) es fundamental y una característica que hace que la consulta sea avanzada tanto a nivel tecnológico como de servicios.
Pongamos el ejemplo de que la ecografía pueda aportar más información acerca de la enfermedad que tenga nuestro hijo, porqué esperar para hacerla?, y puestos a hacerla, si es el propio médico que ha hecho la historia clínica, ha explorado y además conoce al paciente y sabe con mucho más detalle la probabilidad o el índice de sospecha que tiene acerca de la patología, y que además puede realizar la ecografía en la misma consulta, sin esperas, de manera inmediata y complementarla con la exploración física que acaba de realizar…éso actualmente es avanzar.
Y si diéramos un paso más…si a la historia clínica, la exploración física y en los casos que se precisara la ecografía, nos podemos apoyar en pruebas de diagnóstico rápido, es decir, pruebas que nos pueden determinar el causante de la enfermedad de nuestro hijo en no más de 10-15 minutos. Desde enfermedades respiratorias, gastroenteritis, dolor abdominales crónicos hasta en fiebres prolongadas. Todo en la misma consulta, sin esperas, y desde el principio hasta el final realizado solo por la misma persona que ya conoce a su hijo sin delegar en otros especialistas.
Si combinamos una historia clínica exhaustiva, una exploración física detallada, con el empleo de la imagen ecográfica y la test de diagnóstico rápido…Eso es avanzar, eso es mi pediatría, avanzada.
Uno de los pilares fundamentales de la pediatría son las revisiones de salud. Aparte de pesar y tallar a nuestro hijo, en las revisiones es donde vamos a tratar los principales problemas a los que os vais a enfrentar en esa etapa de vida y donde podemos comentar todas las dudas que tengáis al respecto.
El objetivo es daros seguridad a la hora de tomar decisiones ofreciendo revisiones con frecuencia sobre todo en el primer año de vida, pudiendo supervisar el crecimiento y prevenir futuros problemas desde la cercanía, accesibilidad y confianza basándonos en las recomendaciones más actuales.
Cuando los pediatras hablamos del desarrollo psicomotor nos referimos a los forma en que tienen los niños de ir adquiriendo habilidades, cuando hablamos de habilidades nos referimos a habilidades de interacción social, de movimientos, de habla.
Muchas veces os surgen dudas al comparar a diferentes niños con los vuestros, es normal, somos padres y queremos asegurarnos de que nuestro hijo va madurando de una manera normal. Pues bien, cada niño es único, y por ese motivo, tiene un ritmo de adquisición de habilidades único. Existen rangos de tiempo normales a la hora de adquirir dichas habilidades.
Cada vez vemos más casos de gente joven sufre accidentes cardiovasculares como infartos agudo de miocardio, ictus, etc… Pensamos que es de vital importancia desde la infancia evaluar el riesgo que tiene cada paciente a la hora de padecer este tipo de patologías. Fundamentalmente, por un lado debemos indagar en los antecedentes familiares del paciente y comprobar que no exista ninguna patología que predisponga a padecerlos y por otro lado debemos hacer hincapié en mantener hábitos de vida saludable controlando la dieta y aconsejando un ejercicio físico regular a nuestros pacientes.
En función de los antecedentes familiares como personales nos podemos apoyar tanto de resultados analíticos como de pruebas ecográficas.
Son pocos los casos, pero hoy en día, tanto la repercusión mediática como la trascendencia que tiene la muerte de origen cardiaco en deportistas es de valor incalculable.
Sabemos que el deporte es un factor desencadenante de la muerte súbita cardiaca, además la gran mayoría de enfermedades que la provocan cursan sin síntomas. Por ello es de vital importancia, la realización de las pruebas pertinentes para obtener un certificado de aptitud deportiva que garantice que su hijo es apto para la realización de dicha actividad por parte de personal cualificado en niños, porque un niño no es un adulto pequeño.
Por todos estos motivos, la emisión del certificado de aptitud deportiva en niños consta de estos pasos:
1)Historia clínica personal
2) Historia de antecedentes familiares: en este tipo de enfermedades los antecedentes familiares cobran especial interés dado que algunas de ellas se heredan.
3) Exploración física completa
4) Toma de constantes vitales: Peso, talla, IMC, tensión arterial
5) Electrocardiograma específico para niños y adolescentes: Frecuencia cardiaca, valoración del ritmo y cálculo del eje cardiaco. Medición de los complejos e intervalos. Diagnóstico final.
6) Ecocardiografía: Comprobar tanto la anatomía como la función normal del corazón. Doppler titular. Diagnóstico final.
Al finalizar el examen de aptitud deportiva se entregará un informe donde se detalla tanto la historia clínica como el resultado de las pruebas complementarias.
Los soplos cardíacos son un ruido adicional producido por las turbulencias de la sangre al pasar por las diferentes cavidades del corazón o los vasos que lo rodean.
Suponen un importante elemento diagnóstico para detectar la presencia de un defecto del corazón y vigilar su curso clínico. Cuanto menor sea la edad en que es detectado mayor es la probabilidad de que haya una patología detrás.
Los soplos llamados inocentes o no patológicos son los más frecuentes, se refieren a aquellos soplos que normalmente se evidencian asociados a fiebre u otras patologías y que al realizar el estudio electro y ecocardiográfico es normal. De hecho, más de la mitad de la población lo presentará en un momento determinado de la infancia sin que haya ninguna patología detrás.
Pero debemos estudiar los soplos porque en un pequeño porcentaje de casos sí que hay un problema cardíaco detrás que hay que diagnosticar y tratar.
El dolor torácico en niños es un síntoma que causa gran alarma tanto en las familias como en el propio pacientes, como padre es totalmente entendible, pero a diferencia de los adultos es raro que el dolor torácico sea de origen cardiaco.
Como suelo explicar a mis pacientes y a sus familias, antes de encontrarnos con el corazón, mucho antes, nos encontramos con los músculos y los huesos que forman la parrilla costal, posterior a ellos tenemos la tráquea y los pulmones, el esófago (el tubo que conecta la boca con el estómago) y por fin llegamos al corazón que por sí mismo no duele, si no que tiene una pequeña capa que lo recubre que cuando se inflama es la que causa dolor, el pericardio.
Por estos motivos, el dolor torácico puede ser de causa musculoesquelética, pulmonar o digestiva.
Como hemos dicho, aunque sea la menos frecuente, sí que es la causa más importante, y por ello ante un dolor torácico, mediante un electrocardiograma y una ecocardiografía podemos y debemos descartar la causa cardiaca.
En los casos en que los estudios anteriores son normales, no podemos olvidarnos de la causa psicógena/nerviosa, que cada vez vemos con más frecuencia en nuestra consulta.
Un electrocardograma es un aparato que dibuja en papel el impulso eléctrico del corazón según los 10 electrodos que se colocan en el cuerpo, diferenciando los que se colocan en el pecho, que los llamamos precordiales, y los que colocamos en las extremidades, también llamados periféricos.
Su utilidad se basa en que nos advierte de alteraciones en el ritmo cardiaco, alteraciones en la conducción nerviosa del corazón y en función del voltaje de si el músculo cardiaco está hipertrofiado.
Es una prueba indolora, que precisa de colaboración del paciente y de gran utilidad en la práctica clínica diaria.
La ecocardiografía es una técnica indolora destinada al estudio anatómico y funcional del corazón y los grandes vasos. Es la técnica de elección para el diagnóstico y seguimiento de la mayoría de las cardiopatías por su rapidez, porque no irradia y por ser una técnica no invasiva.
Mediante la aplicación de un gel y el uso de una sonda se obtienen diferentes cortes del corazón de manera que podamos estudiar tanto las válvulas, como las paredes cardiacas y los grandes vasos.
En el caso de las cardiopatías congénitas o adquiridas, una de las ventajas es la excelente ventana acústica en la edad pediátrica, que permite un adecuado estudio segmentario del corazón, definir los defectos intracardiacos y extracardiacos y una valoración exhaustiva de la función y estructura cardiaca.
Las cardiopatías congénitas son malformaciones cardiacas que están presentes desde el momento del nacimiento.
Las cardiopatías congénitas no son infrecuentes. Unos 8-12 de cada 1000 recién nacidos padecen este problema.
El riesgo está aumentado cuando familiares de primer grado han padecido algún tipo de cardiopatía congénita.
Normalmente, el signo que con más frecuencia nos pone sobre aviso que podamos estar delante de alguna cardiopatía congénita es el soplo cardiaco, aunque depende de la edad del paciente los signos y síntomas pueden variar.
Depende del tipo de cardiopatía, algunas únicamente precisan de seguimiento y supervisión, y otras de cirugía.
Las cardiopatías familiares son enfermedades que afectan al corazón o a los grandes vasos arteriales y tienen en común que se deben a alteraciones genéticas y por tanto pueden ser hereditarias. En ellas se engloban desde enfermedades del músculo cardiaco o miocardiopatías hasta enfermedades que afectan al impulso eléctrico del corazón o canalopatías.
Son enfermedades muy frecuentes pues afectan a 1 de cada 400 personas de la población general.
En este tipo de enfermedades es muy importante ser minucioso con los antecedentes familiares del paciente y posteriormente realizar una historia clínica del paciente, la exploración física así como pruebas complementarias como electrocardiograma y ecocardiografía.
El síncope es la interrupción transitoria y espontáneamente reversible de la actividad cerebral global que provoca pérdida de conocimiento del tono postural. El mareo o presíncope es la sensación de desfallecimiento inminente, aunque sin llegar a una pérdida de conciencia.
Generalmente la causa es benigna, y tiene relación con diferentes situaciones (cambios bruscos de postura, dolor abdominal fuerte, ver sangre, ambiente caluroso).
Pero hay que prestar especial atención a lo que llamamos signos de alarma, que son el dolor torácico o palpitaciones previas, antecedentes familiares de enfermedades cardiacas, que estén relacionados con el ejercicio o estrés emocional, que no haya un desencadenante claro, merecen un estudio más completo con un electrocardiograma y una ecocardiografía. En caso de que estas prueban sean normales y se sospecha que sea de origen cardiaco, se puede realizar un Holter, que consiste en una monitorización del electrocardiograma durante 24 horas.
Hay que tener en cuenta, que los síncopes también pueden tener causa cerebral como por ejemplo la epilepsia.
Llamamos arritmia cuando notamos que el corazón de nuestro hijo no late con un ritmo fijo. La arritmia más frecuente en pediatría es la respiratoria que consiste en que el corazón en la inspiración aumenta la frecuencia cardiaca, y en la espiración disminuye. Es totalmente normal y se diagnostica con un electrocardiograma.
La frecuencia cardiaca en los niños es mayor que en los adultos, siendo normal que los recién nacido tengan frecuencias de hasta 160 lpm. Con la edad la frecuencia cardiaca va disminuyendo progresivamente hasta alcanzar los valores del adulto durante la adolescencia.
En caso de que la arritmia sea constante o produzca algún síntoma deben acudir para realizar un electrocardiograma que generalmente da el diagnóstico. Si notan como un latido adelantado con una pausa posterior, probablemente se traten de extrasístoles que tiene un curso generalmente benigno y tienden a resolverse espontáneamente.